MADRES Y PADRES, ES VUESTRA HORA.
Echo la vista atrás y soy incapaz de calcular el número de
talleres educativos que he hecho en estos 20 años dedicándome a concienciar a
todo tipo de personas de que cambiar a una vida mejor es posible simplemente
incorporando unos hábitos de vida adecuados.
Me he recorrido buena parte de los colegios e institutos de
la provincia sensibilizando contra la droga, la anorexia o la bulimia, los
embarazos no deseados o las enfermedades de transmisión sexual.
He tenido que enfrentar situaciones de mucho estrés (aunque
por fortuna muchas más alegres y positivas), alumnos amenazantes, fugas de
clase masivas, complots para estropear el taller, burlas de todos los sentidos…
pero lo que más daño me ha hecho ha sido encontrarme, a la salida, los folletos
informativos que les reparto tirados en el suelo.
Aunque de lo que yo hablo les interese a todo el mundo,
algunos no son capaces de verlo, se piensan por encima de las circunstancias, o
que nunca les afectará, o que si llega el momento ya se las apañará.
Paradójicamente, a esta gente que le da igual la información es precisamente
quien más la necesita.
Me duele mucho ver la información tirada por el suelo. No
solo porque ni siquiera estas personitas hayan querido utilizar una papelera,
eso duele, pero no tanto como pensar que les da igual la información, y que esa
información nunca llegará a sus casas.
Muchas veces yo sé que la información que les facilito por
escrito no la van a leer, pero guardo la secreta esperanza de que esos papeles
caigan en buenas manos, y que terceras personas, hablamos de madres y padres,
puedan darse por enterados. En la inmensa proporción de los casos no sucede
así. Doble fracaso.
La gravedad del asunto radica en que hay ciertas
problemáticas que sólo se pueden prevenir y trabajar desde el hogar, desde la
familia. Pero el hogar, la familia, no dispone a veces de información sobre qué
hacer o cómo actuar. Y por lo tanto nuestro esfuerzo en cambiar el mundo se
topa con el muro de una información que no llega a los padres/madres y por lo
tanto, la prevención pierde fuerza e, incluso en ocasiones, pierde su total
sentido.
¿Acaso un niño va a decidir el menú de la casa? ¿Si una niña
nunca aceptará que tiene problemas de anorexia cómo va a dar la señal de alarma?
Uno de los síntomas contra el acoso escolar es la vergüenza ¿cuánto más
aguantará ese niño o niña antes de contar lo que le pasa? ¿Quién establece la
base emocional de los más pequeños sobre la que se edificará su autoconfianza y
autoestima para el futuro? Siempre, siempre, SIEMPRE, serán los padres y las
madres quienes puedan, con una buena gestión, adelantarse a estos conflictos y
ponerles remedio. Pero para eso hay que estar informados. Y la información no
llega, se queda tirada en el suelo.
Cansado de esa frustración, decidí hace poco tiempo poner en
marcha la “Universidad de padres y madres”, una iniciativa que pretende paliar
estos déficits de información en los hogares, aunar esfuerzos en pro de un
objetivo común: conseguir una convivencia feliz de la familia evitando la
aparición de ciertos problemas fácilmente previsibles.
Hasta ahora pocos son los centros, y las AMPAS, que han
decidido poner en práctica esta iniciativa, pero quien lo ha hecho se ha
mostrado ampliamente satisfecho y nos ha solicitado ampliar las acciones
formativas.
Las escuelas de padres hacen una labor estupenda, pero
muchas veces se quedan cortas porque hay tantos temas de los que hablar que no
se puede profundizar en todos, o bien la metodología es la tradicional charla.
Nosotros apostamos por tratar un tema en cada sesión, profundizando en todas
sus facetas, aportando consejos útiles y al alcance de la mano, explicando todo
paso a paso y utilizando técnicas tan dinámicas como efectivas.
Amigos padres y amigas madres, en estos tiempos que corren
padres y madres debemos esforzarnos más todavía, si cabe, en estar pendientes
de nuestros hijos. Pero no sólo de las notas o de si son obedientes o
traviesos. Su salud, su bienestar y el de toda la familia en general también
son de vuestra incumbencia. La tarea no es difícil, nosotros podemos ayudarte.